LAS
PINTURAS DE
EDUARDO BÁRCENAS, UN NEO –
HUMANISMO SUI – GENERIS.
Willy
Aranguren.
Siempre
que observaba la obra de Eduardo Bárcenas (Maracay – Aragua, 1954), por lo
menos en estos últimos seis años, me sobrevenía un extraño sentimiento de
angustia y ansiedad, desplazado por el pensamiento intelectual en lo que me
venían a la memoria los trabajos de Munch, de Bacon, de Ensor, de un cierto arte
siniestro, cultivado a lo largo de
la historia del arte. Sus pinturas me impresionaban por el dominio de las figuras, por el absurdo planteado a lo Samuel
Beckett, por el manejo de los espacios grandilocuentes y poderosos, debido a un
cierto manejo de lo humano siempre latente.
Ahora
dentro de una magnifica y coherente programación desplegada por el Museo de
arte contemporáneo de Maracay Mario Abreu, pudimos visitar y observar la
muestra” ECCE HOMO: EL HUMANISMO PICTÓRICO DE EDUARDO BÁRCENAS”. La cual itinerará por el Ateneo de Valencia y por el Museo de
Arte Moderno de Puerto Rico, obedeciendo a los planes del Museo de Arte
Contemporáneo Mario Abreu en cuanto a lo
planes a dar a conocer la obra de jóvenes valores Venezolanos.
La
obra actual de Bárcenas , se remarca dentro de lo figurativo, aunque no deja de
ser también importante, elementos recursos del abstraccionismo, en obras de
mensajes contemporáneos, básicamente devenidas de la existencia de fenómenos
ocurridos dentro del hombre.es indudable en el artista una preocupación por la
enajenación o sublimación del destino del hombre, interés demostrado
visualmente en su obra pictórica a través de la figura borrosa o precisa del
mismo hombre o de recursos o elementos como la palabra o el verbo, los
recuadros, las flechas, “los signos”, la grafía, la mancha, lo abocetado, un
cierto gusto por el dibujo o por el arte
oriental, el des – dibujo, cierto colores “posmo”, entre otros.
Todo
ello se va a centralizar en su máximo interés, la actitud conducta de
trascendencia o cotidianidad de la vida del hombre contemporáneo. El mensaje ya
no será de desolación, de grito y de angustia (a pesar de seguir siendo
humano), sino más bien de incertidumbre, de esperanza, de misterio ante el
devenir, pausado , de predisposiciones positivas hacia las búsquedas que
trascienden , se asoman a esta nueva etapa y obra determinaciones antológicas, supremamente
religiosas en el más amplio sentido de la palabra,
se aprecia un mayor acercamiento a la
metáfora un alejamiento de escenas narrativas demasiado directas (utilizadas
con anterioridad), razonamientos pausados e intuidos, inmersos dentro de otro
tipo de humanismo, alejados de Emilio Zola, de Cristóbal Rojas, de Bacon o
Munch, aunque de sus fuentes se haya bebido. Es el nuevo humanismo o el
humanismo sui - generis, como le e querido llamar, donde hombre y espacio
circundante se alternan, se contradicen, se rechazan, se absorben, se dan la
mano. Como asunto curioso( y esto siempre ha sido una constante en las obras de
Bárcenas), el fondo , digamos mejor el espacio de las pinturas, colocado en el
lienzo o tela es parte protagónica de la
creación, tiene su carácter propio y su “vida independiente” que compite con el
leiv – motiv principal: EL HOMBRE,
El espacio es silencioso, “pensante”, memorioso, iniciático,(recordemos los
portales), abrumadores, oscuros, alegres, cotidianos, vacios, radiantes,
filosóficos, grandilocuentes, trascendentales, de modo que él se convierta en
“figura” primordial, digna de ser observada y tomada en cuenta a la hora de
apreciar el conjunto. pero también esta definitivamente el ECCE HOMO , EL HOMBRE “ de carne y hueso”, anónimo,
enajenado, sublimizado, religioso, solitario, imbuido “ en otras cosas más
importantes “ e imperecederas, espiritualmente poderoso o raquítico, influido
por el azar, pero ante todo siempre humano, dentro del humanismo de la
ambivalencia, de la contradicción, del sentimiento y de la razón, del ser y no
ser, de la conducta y actitud positiva o
negativa. De ahí que este humanismo, bien sentido pictóricamente, se
nutra de todo ello; de fondos y de formas, de espacios y de figuras y es por
eso que trasmiten y convencen.
En
otro orden de ideas, la pintura de Bárcenas posee una especie de doble carácter
por cuanto es evidente una posición y situación introspectiva, un reflejo de
ente pensante ( si se quiere filosófico) del hombre, del artista pero a la vez
existe la peculiaridad de la extropacciòn en cuanto a que se muestra un espacio abierto, un “
paisaje tachista” una masa amorfa, un
ambiente externo que incluye al hombre, a su cotidianidad y a su deseo de ir
más allá de ella incluso hasta unos
lamentablemente “ lugares comunes” ( dentro de nuestra sociedad Venezolana)
como es el hecho de las noticias a crímenes aparecidos en las pagina amarillas
de los diarios, donde el artista utiliza la in-tertextualidad para conformar
una obra eminentemente visual y gráfica.
Dentro
de la plasticidad es menester observar elementos que ayudan a conformar el
mensaje propuesto; en este sentido se notan en algunas obras un tachismo
violento, gráfico a la manera del dibujo oriental, ciertos colores utilizados
dentro de la postmodernidad, como recursos llamativos, separatista, absorbente
; Una especie de “ des-dibujo” de las
figuras acompañadas del chorreado, del drippieng utilizado en nuestros tiempos
por cantidad de pintores, un cierto informalismo en cuanto a la disposición de
las manchas o de las masas, concentración de signos para llamar la atención del
elemento principal o protagónico que indican también energía cósmica dentro del
medio ; el hecho de “ no terminar” de
pintar la figura o de simplemente señalarla como comportamiento o situación
adrede creada por el pintor para que el espectador continúe el camino de la
creación, para que haga discurrir su imaginación a partir de la figura y pueda
introducirse en el portal, en el laberinto , para volar por los mundos
religiosos o sentir la preocupación antológica; el manejo de los colores a veces
violentos o a veces suaves, es otro recurso plástico a detallar púes ellos
crean ambientes metafóricos… y así nos alejamos un tanto de las obras (algunas
de ellas son para obsérvalas dentro de una buena distancia) notaremos grandes
masa cambiantes y laberínticas , un sentido extraordinario del boceto( que no
es tal ) pues es pintura finiquitada; observaremos además una especie de pintura – mancha, de camino –
hombre – paisaje, de religiosidad – mensaje – hombre , del manejo del tiempo a
partir de transparencias y colores, de portales como salidas o entradas a la vida (recordemos “ EL ALEPH “de Jorge Luis Borges ) , el
espectador podría conseguir otros caracteres si lo desea.
Todo
lo anotado conduce y conlleva plasticidad , pero ellos no son elementos únicos,
pues es imprescindible la lectura inquieta , la intuición, la observación de
las vivencias cotidianas, el sentido de la búsqueda ancestral , todo ello
observable en Bárcenas como creado, habría mucho más que reflexionar en torno a
la obra de Eduardo Bárcenas y su ubicación dentro del arte venezolano, siempre
dentro de estas inquietudes humanistas, ya a nivel plástico o a nivel
filosófico, pero es indudable que en
todas ellas nos acercaremos al hombre a lo místico , o a lo religioso o la
contemporaneidad , a las preocupaciones antológicas, al poder de la pintura para trasmitir una afirmación
del ser creador.
Willy Aranguren
Investigador y
Crítico de Arte
AICA
1994
Texto
publicado en el diario El Siglo de Maracay, estado Aragua, en Julio de 1994
En silencio
Acrílico/tela
250 X 300
De mi cuaderno
de apuntes
Acrílico/tela
200 X 200
Acrilico/tela
80x80
1996
Acrílico/tela
120x120
De la velada
Incertidumbre
Acrílico/tela
200x200
de apuntes
Acrilíco/tela
200x200
Acrílico/tela
150x150
1993
Acrílico/tela
120x120
Acrílico/tela
150x200
Acrílico/tela
200x200
Acrílico/tela
230x200
Acrílico/tela
200x200
1994
Acrílico/tela
200x200
1994
Acosado
Acrílico/tela
170x250
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